Capitulo 6 Cena

Sentados en una de las mesas se encontraban sentados, Juan Carlos, Florencia, Maria, Federico y otro vampiro más.
Todos estaban callados, para los humanos el ambiente era tan tenso que podía palparse con las manos, mientras que los tres no-muertos se deleitaban con el silencio, bueno en realidad solo Maria y Federico ya que el tercero parecía totalmente concentrado en algo, parecía que tratara de resolver un dilema universal del tipo: ‘’Si un árbol cae en el bosque y no hay nadie cerca ¿Hace ruido?’’ o ‘’¿Que fue primero el huevo o la gallina?’’.
-Bueno- dijo de repente el vampiro mayor –es hora de la comida- y miro al vampiro desconocido –Fernando, dile a Mariano, que traiga a la mucama y la comida para humanos, supongo que nuestros invitados tienen hambre- esto ultimo lo dirigió únicamente a los hermanos –mientras esperamos les contare mi historia ¿Qué les parece?- interpelo a los jóvenes.
-De acuerdo, seria... interesante- Juan Carlos no salía de su asombro desde que se entero lo que eran sus ‘’anfitriones’’, aunque en realidad su interés provenía de las posibilidades de que su hermana se haga uno de ellos.
-¡Hay querido amigo! ¡Parece que no estas asustado! Es un error siendo tu un humano-le hablo Federico con soltura.
-¿Por qué debería estar asustado si mi hermana, que también es humana, no lo esta?- respondió con energía el muchacho.
-Fácil,- respondió el interpelado –ella no es totalmente humana, tiene lo suficiente de vampiro para que no nos parezca apetecible, tú sin embargo sigues siendo humano con deliciosa sangre fresca.-dijo como si nada, haciendo que Juan Carlos quedara blanco como el papel. -Jaja, es tan gracioso- prosiguió- como reaccionan ustedes los humanos ante nosotros.
-Aquí viene Mariano señor.-hablo el vampiro sin nombre.
En ese momento se abrió la puerta, y por ella entro un humano, estatura promedio, con ojos claros y cabellos negros, seguido de cuatro esclavos, tres mujeres y un hombre. Una de las mujeres llevaba una bandeja con comida, la cual a los ojos de los hermanos se veía deliciosa.
Todos los humanos que acababan de entrar tenían la mirada perdida, como si estuvieran en un profundo trance.
-¿Qué les sucede Federico?- le pregunto curioso Juan Carlos al vampiro.
-José puso a Mariano y a sus sirvientes a sus ordenes, hacen lo que el les pida, y lo mejor de todo puede hacerlo desde su mente.-Le contesto tranquilo el no-muerto.
Juan Carlos estaba cada vez mas entusiasmado, quería q su hermana le diera el si a Federico, así el le pediría a ella que lo transformara, y estaría junto a su hermana para siempre.
Mientras el cavilaba sobre su futuro no se dio cuenta de que los tres vampiros de la mesa se iban con los esclavos, fue su hermana le que se dio cuenta.
-¡Esperen! ¿A dónde van?-pregunto la muchacha con extrañeza y miedo de quedarse con tantos vampiros extraños.
-¡Tranquila Flor! Solo vamos a alimentarnos- y deliberadamente le guiño un ojo-¡Ya volvemos!
Cundo se fueron, lo primero que hizo la muchacha fue abrazar a su hermano con todas sus fuerzas.
-Tengo miedo hermano, no se que te pueda pasar a ti- le hablo a Juan Carlos entre llantos.
-Tranquila nada me pasara, solo...-no pudo terminar la frase porque unos agudos dientes se clavaron en su cuello dejando salir la sangre a chorros mientras era succionada.